En un restaurante, el Chef puede controlar muchos aspectos de la experiencia del cliente; desde los proveedores hasta la forma de cocinar y servir. Sin embargo, ahora con la entrega de comida cobrando relevancia y volviéndose una cosa común, existen nuevos retos para asegurar que el consumidor reciba la calidad de comida que se le promete.
Les presentamos 5 factores que tienen un impacto en que tan bien viajan tus platillos.
- Consistencia y textura
Problema: Pastas con mucha salsa son uno de los platillos mas difíciles, ya que las salsas pueden separarse o revolverse. La pasta podría seguir cocinándose mientras viaja empacada en una bolsa aislada, o puede absorber la salsa durante la entrega resultando en un plato seco.
Solución: Empaca la salsa y la pasta separada, y deja que el consumidor la revuelva antes de comerla. También puedes crear la salsa usando ingredientes como Knorr Salsa Bechamel, o agrégalo a tus salsas hechas de 0 para hacerlas mas estables.
- Temperatura y visuales
Problema: Debido a los cambios de temperatura durante el transporte, la consistencia de platos como sopas y guisos puede cambiar, haciendo que el plato se vea menos atractivo. Los salteados pueden volverse menos vibrantes y aburridos debido a la descomposición de la salsa, y las verduras y ensaladas frescas pueden no llegar en condiciones óptimas debido a la transferencia de calor durante el transporte.
Solución: Los ingredientes Knorr contienen almidones modificados que pueden mantener la consistencia y la textura de su salsa. Para los platos tradicionales pruebe usar Knorr Base de Tomate Deshidratado que tiene un resultado natural, color y consistencia idea para todos tus platillos. Además, intente usar encurtidos o tubérculos que resistan mejor el calor.
- Empaquetado
Problema: Además de garantizar la calidad de sus platos, también debe abordar los desafíos que se enfrentan durante el transporte real. Por ejemplo, los platos a base de líquido pueden derramar y arruinar la experiencia gastronómica si no se empaquetan adecuadamente
Solución: Intente usar un empaque a prueba de fugas para asegurarse de que los platos lleguen a su destino sin abrirse ni derramarse. Alternativamente, tenga el empaque envuelto y sellado para minimizar las fugas y el desorden resultante en recipientes herméticamente cerrados.