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Nos adentraremos a la dieta flexitariana, sus beneficios y los platillos que puedes preparar

para tus comensales flexitarianos.

Como profesionales de la cocina y los alimentos debemos conocer las tendencias en los estilos de vida y alimentación que pudieran tener nuestros comensales, ya que cada día surgen nuevas opciones y cada una está claramente definida; por eso en esta ocasión queremos compartir contigo el tema del flexitarianismo, que más que “hacer trampa” significa flexibilidad para tener lo mejor de dos modelos de alimentación.

En la actualidad, gracias a la tecnología y a la globalización de la información, gozamos de mucha libertad y opciones en las propuestas culinarias para escoger la dieta que más se ajuste a nuestras creencias, estilo de vida, preferencias y necesidades físicas: vegetarianos, ovo-lacto-vegetarianos, veganos, crudiveganos, frugívoros… Son infinitas las opciones, pero hay una que se ha posicionado rápidamente como la dieta entre el equilibrio alimentario vegetariano y lo healthy: el flexitarianismo. En España, esta última, se ha ganado gran número de adeptos y cada vez se abren más restaurantes dedicados a este público, de hecho, una conocida marca de ropa se ha asociado con un restaurante barcelonés flexitariano para que puedas degustar sus recetas mientras compras, pero esto ya es hablar de innovación en modelos de negocio de restaurantes y nuestro tema es conocer los beneficios práticos del flexitarianismo para incluirlo en nuestras creaciones culinarias.

El consumo ocasional de alimentos de origen animal, dentro de una dieta habitualmente vegetariana, es lo que define a un flexitariano, además no tiene por qué consumir tanto carne como pescado, puede optar, por ejemplo, por solo consumir pescado y evitar la carne. Estudios realizados en Estados Unidos, concluyen que 2 de cada 3 vegetarianos (ovo-lacto-vegetarianos) consumen ocasionalmente algún producto de origen animal: huevo, mantequilla, miel, pero nunca carne. Sin embargo, la diferencia entre un vegetriano y un flexitariano radica en que el segundo, puede llegar a consumir ocasionalmente carne o productos de origen animal sin que constituya una transgresión a su modelo de dieta, mientras que para el vegetariano constituye una ruptura puntal de su modelo de alimentación, acompañado en algunos casos de sentimientos de culpa.

Eugenio García González, también autor de delokos.wordpress.com asegura que el flexitarianismo se trata básicamente de una dieta equilibrada. Y mucha atención, porque es aquí donde ya estamos entrando en tema para considerarlo en el desarrollo de tus menús flexitarianos: es una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, además alta en nutrientes y fibra que también se ve beneficiada por los aportes puntales de ácidos grasos Omega 3 procedentes del pescado y proteínas de alta calidad y vitamina B12 que proviene de las carnes. Es importante mencionar que en la dieta flexitariana se considera a los productos cárnicos o pescado como guarnición de los vegetales y no al contrario como en una dieta tradicional. El consumo eventual de productos de origen animal es lo que les da a los menús flexitarianos cierta ventaja sobre los menús vegetarianos a la hora de comer fuera de casa, viajar o ser invitado a un evento en donte el menú puede variar a lo que incluye su dieta; “estas son importantes razones por las que una persona decide seguir una dieta flexitariana”, nos dice el chef Eugenio García*.

Pero, ¿preparar los menús flexitarianos supone un mayor gasto? Para nada, todo lo contrario, al consumir mucha menos carne o pescado, tienes más presupuesto para vegetales de mayor calidad y de origen orgánico.

 

A continuación te presentamos un pequeño fragmento del sitio delokos.wordpress.com donde te mostramos algunas consideraciones que puedes tener en cuenta para preparar recetas y menús flexitarianos que seguramente te serán de gran utilidad:

  • El pescado o la carne no serán en ningún caso el protagonista principal de la receta, sino como se mencionó anteriormente, será una parte complementaria de un plato hecho con base en alimentos de origen vegetal, cereales y granos. Para entender: un pollo asado no es un platillo fexitariano, aunque sí lo sería un wok de fideos, verduras, cacahuates y un poco de pollo.
  • Las cantidades de productos de origen animal serán moderadas. Si una ración omnívora estándar de carne y/o pescado ronda los 150-300g, incluso más, en un plato considerado flexitariano las porciones deberían ser menores. 
  • Las carnes/pescados que se puedan añadir a la receta procuraremos que sean de origen orgánico, crianza sostenible o de animales criados en libertad, tanto por salud como por el hecho que implican un trato más digno hacia los animales. No se aconseja el consumo de productos de ganadería intensiva, huevos de gallinas criadas en jaulas, ni lácteos de explotaciones convencionales, por muchas y variadas razones. Por otro lado, se deben eliminar aquellos productos que impliquen maltrato para su producción como, por poner un ejemplo que todo el mundo entienda, el foie de pato.
  • Debemos en la medida de lo posible, priorizar el consumo de pescado sobre el de carnes blancas y éste sobre el de carnes rojas, debiendo consumir estas últimas de manera más excepcional.
  • Procuremos como primera elección el consumo de alimento de origen local y de temporada, tanto vegetales como animales. Conociendo a los productores tendremos mayor criterio al elegir cuál es el mejor producto para la creación de nuestros menús y platillos.

Esperamos que te sea muy útil toda esta información, y que sigas sorprendiendo con nuevas propuestas culinarias de vanguardia a tus comensales.

Si te interesa más información sobre este interesante tema, puedes entrar a https://delokos.wordpress.com en donde descubrirás un delicioso cuaderno gastronómico del chef Eugenio García González. Además, cocina vegetariana, platos que no lo son, recetas flexitarianas, e información sobre productos, herramientas de cocina, libros, restaurantes y aspectos diversos de gastronomía.

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